Los carbohidratos
En esta página te quiero explicar qué son los carbohidratos, pero sin tecnicismos, y quiero explicarte cómo he perdido 40 kg y muchos centímetros de cintura reduciendo mi ingesta de carbohidratos.
¿Qué son los carbohidratos?
En primer lugar debemos decir que, a nivel conceptual, el término carbohidratos no es del todo correcto, aunque es el término más habitual por el que se conoce a estas biomoléculas.
Carbohidratos hace referencia a átomos de carbono hidratados, aunque también están compuestos por oxígeno. Por lo tanto, sus componentes son 3:
– Carbono
– Hidrógeno
– Oxígeno
La principal función de los carbohidratos es proporcionar energía de manera rápida y contribuír al almacenamiento de la energía no utilizada. Es la fuente de energía más rápida y fácilmente accesible que tiene nuestro organismo, pero si no esta energía no se gasta nuestro metabolismo los convierte en grasa.
Este es un punto muy importante, ya que, si queremos reducir nuestros depósitos de grasa y adelgazar debemos controlar la ingesta de hidratos de carbono. Existen dietas como la cetogénica y la baja en carbohidratos (low carb) de las que hablaremos mucho en esta web que se basan en no ingerir o controlar una ingesta mínima de sacáridos (pan, pasta, cereales, azúcar, etc…).
Un concepto importante es que, cuando nos preguntamos qué son los carbohidratos debemos saber que también se les conoce como hidratos de carbono, glúcidos o sacáridos. Con estos cuatro términos nos estamos refiriendo a lo mismo.
Qué son los carbohidratos en nuestra alimentación actual
Todos los que hemos tenido que hacer una dieta de adelgazamiento sabemos lo difícil que es librarnos de los glúcidos en nuestra alimentación. Ojo, por glúcidos me estoy refiriendo a carbohidratos (recuerda que son sinónimos).
Efectivamente te estoy hablando con conocimiento de causa, ya que en el año 2012 yo pesaba 110 kg y tenía un contorno de cintura superior a 1 metro. En el año 2016 pesaba 80 kg y en el año 2019 me encuentro en 72 kg con un contorno de cintura de XXX cm. Es decir, he perdido casi 40 kg.
Pero según comentábamos, hoy en día es muy complicado alimentarnos sin carbohidratos: están a nuestro alrededor en las estanterías de los supermercados, restaurantes, cafeterías, etc, pero debemos ser conscientes de que debemos controlar su ingesta; nuestra salud nos lo agradecerá.
En las últimas décadas se ha situado a los glúcidos en la base de la pirámide nutricional, algo que, a todas luces, es un error, sobre todo si lo lllevamos al extremo con los hábitos alimenticios actuales.
Además, los hidratos de carbono que encontramos en el mercado son refinados; la peor versión: pan blanco, azúcar refinado blanco, harinas refinadas con una elevada carga glucémica que nos provocan importantes picos de insulina que desembocan en la desgracidamente cada vez más habitual diabetes tipo 2 o resistencia a la insulina.
Pensemos cómo son las comidas que hacemos en un día:
- Desayuno: café con azúcar y tostadas de pan blanco con mermelada.
- Media mañana: un sandwich de pan blanco, o donut, o barrita energética
- Almuerzo: comamos lo que comamos, acompañado de pan blanco, o pasta, patatas fritas, etc. De postre, siempre algo dulce (yogur con azúcar, natillas, chocolate, cuajada con miel, zumo de naranja, etc)
- Merienda: Sandwich de pan blanco, bocadillo de pan blanco, bollo, barrita energética, bolsa de patatas fritas, galletas con crema de cacao
- Cena: Por ejemplo pizza, hot dogs (pan), hamburguesa (pan), patatas fritas, sopa de fideos o yogures azucarados
Bebemos cerveza, refrescos azucarados, batidos o zumos (naturales o embotellados) que también provocan unos importantes picos de insulina de una manera muy rápida, ya que al ser líquidos no están sujetos a un proceso de digestión que ralentice el proceso.
Pero es posible librarse de todo lo anterior y empezar a comer sano. Te lo aseguro.
Mi alimentación no es como acabamos de describir. Yo como muy bajo en carbohidratos, y la mayoría de los días tengo que hacerlo en restaurantes, lo cual complica más el asunto. Pero insisto, es posible librarse de los hidratos.